• En mi experiencia vital, he comprobado la importancia de la política para el desarrollo y los resultados de las políticas y en este proceso, la relevancia de las percepciones en los comportamientos y las decisiones que tomamos. • Como politólogo que trabaja en temas de desarrollo internacional y gobernanza desde hace casi 20 años, he dedicado parte de mi carrera a intentar que los académicos, profesionales, funcionarios y responsables políticos piensen y trabajen políticamente. • Para ello, he tratado de promover formas creativas de hacer análisis político y desarrollar estrategias para entender y gestionar las percepciones, de riesgos, problemas, soluciones, políticas, normas sociales. • La gestión de las percepciones públicas para el cambio social, político o normativo requiere hacer "política de poder blando" y si se quiere pensar y trabajar políticamente se necesitan métodos, habilidades y herramientas prácticas de inteligencia política. • Por ejemplo, si se quiere gestionar la percepción del riesgo durante una emergencia de salud pública, como la pandemia de la Covid-19, se necesitan estrategias eficaces de comunicación política como parte de la estrategia política global, sobre todo si se quiere cambiar la mentalidad, el lenguaje y la imagen de alguna cuestión o problema para avanzar. • Esta perspectiva puede desempeñar un papel fundamental en muchas situaciones y preocupaciones públicas. Contar con las habilidades para cambiar o gestionar las percepciones, puede ser una herramienta crucial para afrontar múltiples retos que requieren mejores decisiones y respuestas políticas eficaces.